Después de un poco más de un mes de parón, vuelvo a la
carga con un maridaje que promete mucho. La cerveza con la que se cuenta es la Gato Negro de Nómada Brewing Company. Nómada
está considerada una de las mejores cerveceras españolas y de las que más
presencia tiene en el extranjero. Nómada Brewing Co. son: Sami Claret (Humala Beer), Javier Aldea (Kitsch Bar) y Ramón Sorribes (Cervezalandia.es). Su nombre proviene
de su filosofía gypsy brewer (fabricar en instalaciones ajenas),
La Gato Negro
es una Black Ale con adición de levadura
Brettanomyces (“Brett”). Esta levadura está presente en las cervezas de fermentación
espontanea (lambic, gueuze,…) y en otros estilos como las Saison, o las Sour Ales (Ales agrias) en general. Un estilo de cerveza que probaré
por primera vez.
La Gato Negro es una Black Ale con adición de levadura Brettanomyces
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En lo que a música se refiere, el disco elegido es por
primera vez un directo, que sin más se titula Live! Hablo del Live! de Fela Ransome-Kuti and The Afrika ’70 with
Ginger Baker.
El padre de Fela era profesor y su madre fué una
destacada luchadora feminista en Nigeria. Fela fué enviado a Londres a estudiar
medicina pero acabó estudiando música, Fela dominaba el teclado y el saxofón,
pero también tocaba la guitarra, la trompeta y la batería. En Londres formó un
grupo y empezó a tocar una mezcla de jazz
de influencia europea y highlife (reinterpretación
del jazz surgida en Ghana y luego extendida a otros países africanos). También
allí se caso y tuvo hijos, volviendo luego a su Nigeria natal.
Visitó Ghana para enriquecerse más en lo que a música se
refiere y dio nombre al estilo de música del que sería pionero, el Afrobeat, una combinación de funk, jazz,
rock psicodélico y diversas músicas africanas. Fela viajaría también a Los Angeles donde conoció el Black Power y las Panteras Negras. De vuelta a Nigeria formaría una comuna con
pretensiones de estado independiente llegando ya a la fecha en la que
coincidiría con Ginger Baker para
grabar con él este Live! (1971),
además de Stratavarious (1972) un disco de estudio.
Solo mencionar que poco después cambiaría su apellido Ransome-Kuti por Anikulapo-Kuti, ya que consideraba que Ransome era un apellido de esclavo. También intento acceder a la presidencia de Nigeria y tras fracasar fue encarcelado por el gobierno. Fela Kuti acabaría muriendo en 1997, a los 58 años de edad, víctima del SIDA.
Ginger
Baker, fue un batería británico que formo parte, entre otros,
de Cream. Cuando, a principios de la década
de los ’70, fue a vivir a Nigeria coincidió con el emergente Fela Kuti, con quien grabaría este disco
en directo y otro más de estudio. En los ’80, después de liderar un grupo
propio, se unió al post-punk de
grupos como Hawkind o Public Image Ltd. En los ‘90 participaría
en un grupo hard-rock, en reuniones de ex miembros de Cream y en algunos proyectos junto a Gary Moore.
Afrobeat, una combinación de funk, jazz, rock psicodélico y diversas músicas africanas.
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Pasando a la cata, la Gato Negro se sirve con un color marrón muy oscuro, prácticamente
negro. La espuma de burbuja grande no es muy abundante, pero tiene una
retención considerable y plasma un buen encaje en las paredes del vaso.
En nariz dominan los aromas de la levadura Brettanomyces, aromas que recuerdan al
cuero húmedo, la madera vieja, las bodegas antiguas, junto con alguna nota metálica.
Bajo ese aroma tan funky (en el
panorama cervecero anglosajón se usa este adjetivo para definir los gustos y
aromas de las cervezas que incluyen Bretts)
es difícil, de primeras, reconocer aromas de lúpulo, malta o otras levaduras.
En boca de entrada no es tan funky como se parecía advertir, destaca más un amargor moderado
tirando a alto. El torrefacto de las maltas se vuelve también evidente. El
cuerpo es consistente y el trago aunque puede ser medianamente largo se siente algo
oleoso. Tiene también algo dulzón, se le supone algo de maltas caramelizadas,
pero el final del trago se torna bastante seco. La carbonatación tirando a baja
y fina, ayuda a la bebibilidad de esta cerveza.
En el retrogusto se vuelven a mostrar los Brett en todo su potencial, y ahora
después de un paso por boca si se notan ciertas notas entre florales y herbáceas
del lúpulo.
Como ya decía al principio es la primera cerveza de este
estilo que pruebo. Me parece que la integración entre las levaduras Brett, las maltas torrefactas y
caramelizadas y una buena dosis de lúpulo resulta muy pero que muy acertada y
placentera. Felicidades una vez más a los chicos de Nomada.
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Este disco destaca por la fuerza de sus
interpretaciones. Un directo de 4 canciones, pero con una media de 12 minutos
por pista. En ellas se despliega todo el abanico de estilos que difícilmente
pueden sonar más amalgamados y enriquecidos de lo que aquí se consigue. Afrika ’70 estaba compuesto por: 2
trompetas, un saxo tenor y uno barítono, una guitarra rítmica, un bajo eléctrico,
batería, 3 congas, percusión y un shekere,
un tipo de guitarra africana. Este tremendo grupo comandado por Kuti se nutre de unas líneas de bajo de
lo más funk, unas percusiones que aportan la parte más tribal y unos vientos
que tanto refuerzan los cánticos de Kuti
como emiten solos de jazz fantásticamente ejecutados. Los teclados de Kuti ayudan a reforzar la reminiscencia
funk de su música.
El papel de Ginger
Baker, no hace más que reforzar el impacto que ya de por si crean los Afrika ‘70. Su dominio de la batería se
muestra sin complejos y sin absorber el protagonismo de la banda. Baker, solo
suma.
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A medida que se atempera un poco la cerveza, el aroma se
vuelve más complejo, integrándose algo de ese lúpulo que notábamos en el
retrogusto. Esta combinación de aromas acaba por dar unas notas cítricas estupendas,
que reforzadas por el final de trago seco, gusta y sorprende encontrar en una Black Ale. Me sigue sorprendiendo
también como una cerveza con claras notas dulzonas en boca, puede tener un
final tan seco.
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Sin duda este maridaje birromusical ha sido de los más
satisfactorios hasta la fecha. Y es que aquí se han bebido tremendas cervezas y
se han escuchados discos fenomenales, pero no sé si nunca había logrado un
maridaje tan perfecto. El Black Power
y el Funk se aúnan en gran medida
tanto en el disco como en la cerveza.